Visitillas :D

lunes, 26 de septiembre de 2011

El peor adiós es el que no se pronuncia, pero se siente...

Es curioso cómo a veces todas las cosas que te rodean, de una manera u otra te recuerdan a él, en el momento menos indicado… y pasa lo que pasa: te hartas de llorar a la mínima. Canciones mientras te duchas, estás en el ordenador o en cualquier lugar: ya sea porque él las escuchara, o porque te recuerden a él, o simplemente porque las escuchaste mientras lo tenías justo frente a ti, el caso es que le aplicas todas las letras, o simples frases sueltas, cantidad de cosas que le dirías al oído en forma de canción, susurrándole ... Su nombre o apellidos: millones de personas que casualmente se llaman como él o se apellidan igual que él, en televisión, en la calle... al principio, para reaccionar ante ese nombre, sonríes, pero luego parpadeas y en esas milésimas, aparece su imagen, y automáticamente tus pensamientos son para él. Tuenti: la peor tortura después del reproductor de música, en el peor momento aparece en tu menú inicio, y se viene abajo tu estado emocional con solo ver la mínima información en inicio, plaf. Seguidamente te vas a su perfil, y aún peor, subsuelo total. Sus fotos, su estado, comentarios… Una y otra vez, pareces masoca, pero tú sigues hurgándote en la llaga, más lágrimas… Comienzas a pensar en él, en qué sería de ti si hubiera habido algo más, estarías peor seguro. No podría. Si ahora estoy mal… Todas las canciones de algún modo u otro me recuerdan a él, y si escarbo en las letras es aún peor… Pero bueno, esto iba a llegar, quizá no imaginaba que de tal forma, pero supongo que ya toca pasar página y si lo miro positivamente, esto me ayudará, o eso creo… Hasta entonces, seguiré pensando en su sonrisa, su mirada, sus gestos, su forma de reír y de estar, y sólo espero que le vaya bien por allí…

Maca! 


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