Visitillas :D

martes, 28 de agosto de 2012

Estás olvidando a esa persona, aparece de nuevo, te sonríe y te jode la vida.

Hoy me he dado cuenta cuenta de que tampoco es tan malo recordar lo que se sintió por alguien. Pero no por cualquiera, sino por alguien especial. Ese que marcó tu vida para siempre.
Cuando me preguntan por mis “amores”, me incomoda un poco, porque no me gusta hablar de esos temas. Suelo ponerme colorada si me gusta alguien y se me escapa la sonrisa tonta. Pero lo peor es que pregunten por los pasados y automáticamente se venga esa persona a la mente, como una bombilla cuando se enciende, click.
Y recuerdas cada sonrisa, cada momento pasado, tanto malo como bueno. Pienso que, aunque intentes quedarte solo con lo bueno relacionado a aquella época, es imposible, puesto que hasta lo malo también marcó dicho tiempo. Recuerdas sobre todo los pequeños detalles, esos que aprovechabas al máximo, más que nunca. Recuerdas cuando te decían que no valía la pena estar ahí siempre, que le olvidaras, recuerdas a todas aquellas personas que te dejaron de lado y a aquellas que te apoyaron.
Hoy agradezco haber seguido ahí, haber sido constante, haber creído ciegamente en ese sentimiento, puesto que hoy puedo decir que tengo un gran recuerdo y una huella enorme y feliz. Un sentimiento que marcó tanto que incluso me ha servido posteriormente. Es verdad que puede que cometiera errores debido a él, pero no me arrepiento de ninguna decisión, porque para mí no existe arrepentimiento.
Hoy me he dado cuenta, de que recordar ese sentimiento, aunque en principio parece que duela más que nunca, es lo mejor, porque puedo decir que amé con todas mis fuerzas, incluso cuando nadie me entendía, incluso cuando él no correspondía. Amar es lo más bonito que puede pasar, de cualquier manera y de cualquier tipo, es el sentimiento más preciado, y el que más orgullo produce. Hoy puedo decir que amar, al fin y al cabo, deja un buen sabor de boca.


Maca!
 
 

jueves, 23 de agosto de 2012

Que alguien te haga sentir cosas sin ponerte un dedo encima...

Después de mucho voy a volver a escribir, voy a volver a volcar mis sentimientos en este “papel” virtual, por necesidad, por él. Quizá no es mi mejor día en cuanto a inspiración, pero sí en cuanto a emoción. La emoción de mi cumpleaños. Pero no voy a centrarme en eso, sino en un momento concreto. Escuchar su nombre, girarme y ver que se acerca, y mi corazón ya no paraba quieto. ¿Es así como yo pensaba olvidarle? Ilusa, tal vez. Me basta con verle una vez para saber que sigue ahí, que no se va, que esa llamita está encendida desde el primer día, resistiendo las muchas lágrimas que le han caído encima, lágrimas de un amor no correspondido, pero que absurdamente, me hace sonreír.
 Ese momento en el que ya oigo a mis amigas reír, mis colores empezaban a subir, y lo veo venir. Se me acerca, me felicita prácticamente en formato susurro, me da un beso en la mejilla y me guiña el ojo. Y ahí es cuando pierdo toda cordura por un largo momento. Ya ni escucho las risas, sólo de lejos aunque estuvieran a menos de 1 metro de mí. Sólo oigo leves “está colorada”, “mírala la tonta” y cosas por el estilo. Sigo observándole, habla y habla, y sonríe. Oigo su risa y mi sonrisa aparece. Absorta pensando en él. Y se va, se aleja tras su aparición, no sin antes gritar a media voz mi nombre y mandarme un beso, y de nuevo los colores, de nuevo pierdo la cordura.  
Ya ves que no hace falta verlo cada día para perder la noción del tiempo al verle. En tan sólo 1 mes, lo he visto 2 días, después de 6 meses sin ver su rostro, sólo en mis sueños y pensamientos. Y como el primer día. Por momentos de felicidad como éste, por pequeñísimos detalles como el que ha tenido hoy que, aunque para él seguramente no signifique lo mismo que para mí, yo con eso he tenido un motivo más para sonreír esta noche, y me durará un tiempo. Y es así como pasan mis días, alimentándome de pequeños momentos con él que me hagan sobrevivir haciendo una recopilación para, durante un invierno, poder seguir sin su voz, sólo con su recuerdo.



Maca!




miércoles, 22 de agosto de 2012

ELLA ES IMPRESCINDIBLE YA.

Va a ser muy difícil superar esa entrada, pero merece una respuesta.


 Pues tía, ¿ahora qué mierda te digo yo? Si todo lo que diga se queda corto a lo que podría expresar. Después de hacerme llorar, no me salen sentimientos a plasmar aquí, los tengo guardados en el corazón, ni siquiera las lágrimas los han dejado ir. Estoy especialmente sensible hoy, es un día en el que más o menos, soy un poco el centro de atención de mi alrededor, y estas cosas me superan.
Porque ahora es imposible que encuentre las palabras exactas. 
Yo tampoco sé en qué momento te convertiste en esencial, pero bendito momento ese
Porque ahora ya no vivo sin ti, si tus manías, sin tus "hoy no puedo quedar, mañana", sin nuestros ratos, sin aquellos recuerdos de aquel grandioso verano, sin nuestras tardes, sin nuestros piques carnavaleros, sin nuestras promesas. No sé qué haría sin ti y sin todo eso.
Esencial, increíble, imprescindible, maravillosa, atenta, cariñosa si se lo propone y matante con cosas como éstas, pero te las agradezco.
Gracias por cada palabra, por tu amistad, por hacerme reír, por hacerme llorar, por saber siempre qué decir en cada momento, por nuestras tonterías. Por cada momento pasado y por todos los que quedan, GRACIAS. Te quiero muchísimo.



viernes, 3 de agosto de 2012

Decir cosas sin que nadie entienda.


Y no, nunca te lo diría, jamás, tendría que estar loca para decírtelo a ti... Que quiero fundirme contigo…Porque es lo que más deseo, que quiero que el mundo se pare, que el tiempo no avance, solo seamos dos por un rato producto del deseo y la imaginación. Que todo lo que gire a nuestro alrededor sea invisible, hagamos todo realidad aunque sea por un segundo, que todo fluya, que no acabe nunca. Solo quiero que me agarres fuerte contra tu pecho, que me abraces y me beses intensamente, que nos volvamos locos y seamos solo nosotros mismos. Quiero despertarme junto a ti, y ver que te siento respirar, que seguimos abrazados como al dormirnos, que te huelo, que te puedo tocar y acariciar, y que me des los buenos días que serán los más dulces si estás conmigo… Pero jamás, nunca te lo diría porque sería una locura, y aunque me muera de ganas nunca te diría que esto es lo que más deseo, que esto es lo que yo quiero…