Que contigo es un "abrázame y no me sueltes"...

No sé cómo lo haces, y creo que prefiero no saberlo, porque así me gustas más. Tienes un don para hacerme sonreír, para hacerme ver que puedo con todo, para darme fuerzas aún cuando tú las necesitas más que yo. Haces de un simple detalle, algo enorme para mí. Me das más de una grata sorpresa, me sacas mil y una sonrisas por cada mil lágrimas. Siempre sabes qué decirme. Un abrazo tuyo es de esos en los que podría incluso quedarme a vivir para siempre. 
Cuando estoy contigo, me gustaría parar cada uno de nuestros momentos. Congelarlos y guardarlos en una cajita, para revivirlos siempre que quisiera, porque ya los revivo a menudo en mi mente, pero no es lo mismo ni por asomo. Haces que cada rato siempre, siempre tenga algo distinto, aunque hagamos a veces lo mismo. Cada conversación, cada risa, cada broma, todo lo haces especial y único. Tú eres único. 
Sé que no te digo a menudo todo lo que quisiera decirte, aunque a veces contigo sobran las palabras. Me has demostrado tantísimo que no soy capaz de agradecerte ni la mitad, y mira que lo intento, pero ni me dejas tú ni te supero yo. Por eso, aunque no te lo diga demasiado, hoy quiero aprovechar este texto para decirte que gracias. Gracias por ser tú, por ser como eres conmigo, por estar a mi lado, por tus abrazos, tus sonrisas, tus gestos y por más cosas. Gracias por cada recuerdo. Espero que esa cajita siga creciendo, porque no quiero perderme ni un solo momento contigo. Quiero vivirlos todos, disfrutar cada uno de ellos, pero sólo si tú eres protagonista conmigo. ¿Quieres?

Maca!