Sin duda alguna, estas Navidades y estos Reyes de 2014, han sido lo mejor de mi vida. ¿La razón? ÉL.
Éstos han sido sus regalos. Esos regalos que, uno a uno, me ha dado con tanta ilusión y me han gustado tanto.
Empezando por ese CD, es un vídeo. Un vídeo que durante los 15 minutos enteros, he estado llorando, pero llorando de felicidad. Es indescriptible lo que hay ahí...
Sigue con el resto: la funda para la cámara de mi personaje de niña pequeña favorita: la Kitty. Ya no volveré a quejarme de que mi funda de lana se abre sola y se me enciende la cámara con nada.
La cartera, que tanta falta me hacía.
La lamparita, porque leo en mi cama y no veo nada con la luz normal de mi cuarto.
El peluche del mono, porque quería un peluche, un peluche que tú me regalases.
La caja... La caja es increíble. Cada foto en ella es algo para mí. Alguna más que otra, pero todas son importantes, tú bien lo sabes.
Los bastones de senderismo, un regalo para compartir, obvio contigo. Porque sólo voy a andar por campo contigo y espero que ahora vayamos mucho más.
La película de mis chicos, One Direction, algo que has envuelto con muchísima maldad y que para nada me esperaba entre mis manos hoy.
Lo mismo con el libro de ellos, para completar mi colección.
Prefiero mil cosas así, antes que algo sumamente caro y que posiblemente, no vaya a usar. Esto me demuestra que sabes lo que necesito y lo que me gusta, que haces esto porque te gusta verme feliz con los detalles.
Espero que yo te haya transmitido lo mismo, porque eso es lo que he sentido yo.
Ambos hemos sido muy felices hoy y hemos acabado muy contentos con los regalos, porque lo hemos hecho porque cada uno se lo merece y porque queremos sonreír juntos.
GRACIAS, porque en realidad, esto es demasiado, a mí con tu sonrisa y tu carita de emoción, me basta.
TE AMO.
Maca!